La comunidad filipina y el problema del shabú

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El Shabú es una sustancia 15 veces más potente que la de la cocaína y su poder adictivo es infinitamente superior. Su poder sobre el sistema nervioso central es devastador y en poco tiempo termina destruyéndolo.  La comunidad filipina es la principal consumidora de esta droga, considerada 'droga de pobres'. El fin de su uso es para aguantar largas horas de trabajo, por eso es tan frecuente que la consuman trabajadores de hostelería o marineros filipinos. En Barcelona se vende  en los pisos clandestinos en el Raval.

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La policía empezó a detectarlo a principios de esta década, siempre entre miembros de su comunidad. Primero la droga llegaba por correo, pero luego un grupo de nigerianos se adueñó de su distribución, siempre en tránsito desde Suráfrica. El temor ahora es que pueda saltar a otras comunidades y empiece a producirse en laboratorios clandestinos de España.

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Se consigue a 50 euros el gramo, pero en Filipinas es más barata. Según la opinión de algunos filipinos, “el 60% de sus compatriotas que conocen la han tomado”. “No es que sea normal tomarla, pero es muy frecuente. En cualquier cocina donde haya filipinos encontrarás shabú. Si se te va de las manos te conviertes en un zombie. Empiezan los hombres, pero luego se enganchan las mujeres también”, comentan.

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Nuestra organización trabaja con el departamento de la salut del Raval para ayudar al personal sanitario y la comunidad filipina a fin de entender las principales causas de su uso, así, poder ayudar y dejar el consumo del shabú. 

 

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